Philadelphia. Otro sueño cumplido

1 de abril de 2013

Desde que tenía unos 11 años empecé a ver la saga de Rocky Balboa. Las cinco películas que había hasta la fecha, me encantaban. Mejores o peores películas pero siempre tenían un mensaje importante que hacer llegar al mundo.
El luchar por lo que quieres, el confiar en ti y lograr tus objetivos aún siendo muy pocas tus posibilidades, he crecido con ese mensaje.
En esos años  supe que tarde o temprano tendría que ir a Philadelphia a visitar la ciudad donde se rodaron estas películas, el subir las escaleras que Rocky subió en su momento.
Pasaron los años y finalmente Sylvester Stallone sacó la sexta entrega. Sexta entrega que maquilló una mala quinta película bajo mi punto de vista.

Había crecido con estas películas y al ver la sexta me seguía emocionando al ver este personaje y lo que transmitía.
Tanto que me tatué un mensaje de la sexta película: It ain´t over ´til it´s over.
Nada está acabado hasta que está acabado.
Aunque todo esté en tu contra, aunque sientas que no puedes más siempre hay opción a levantarte y conseguir lo que quieres.

Meses más tarde de tatuarme ese mensaje tuve la suerte de venir a Estados Unidos.
Hace unos días visité Philadelphia y se cumplió otro sueño pendiente.

Aquí el resumen del día:

Nos levantamos a las 5 de la mañana, el bus salía a las 7 y había una hora y cuarto aproximadamente desde la casa donde habíamos pasado toda la semana a la estación de tren. Llegamos a Philadelphia alrededor de las 9 de la mañana.
Había hecho una lista con las localizaciones de la película para visitar todas las que pudiésemos a lo largo del día.

El primer lugar que visitar claramente era el Museo del Arte, lugar donde se encontraban las famosas escaleras.
Tenía que inmortalizar ese momento así que Esteban, el amigo con el que he pasado una increíble semana de vacaciones me grabó subiendo las escaleras y ya me encargué yo de adornarlo añadiéndole la canción al llegar a casa.

Aquí el resultado

Una vez arriba nos hicimos unas fotos con la marca que había dejado Stallone allí. La huella de sus zapatillas con el título de la película.

Queríamos visitar la famosa estatua que salió en Rocky III. Había leído que la habían trasladado a un parque cerca del museo pero por suerte estaba justo al lado de las escaleras.

Encontramos a una persona vendiendo camisetas y gorras a diez dólares cada una, no estaba mal. 

Después de esta visita tocaba ver el resto de localizaciones. Teníamos pensado visitar lo que había sido el gimnasio, la casa de Rocky, el bar etc.

Había leído en un blog que en esa parte de la ciudad había que tener cuidado ya que eran los suburbios de Philadelphia.

Cogimos un taxi para dirigirnos allí. Conforme íbamos avanzando la zona se ponía cada vez mas oscura. 

Para que os hagáis una idea:

Habéis visto ¨El Rey León¨?

Os acordáis de cuando Simba y Nala llegan al lugar donde se encuentran a las Hienas?

Pues peor aún estaba la cosa.

Llegamos a la zona donde se encontraba el gimnasio de Mickey. Antes de bajarnos le preguntamos al taxista si la zona era segura.

Tras unos 5 segundos sin respuesta nos dijo que no era el mejor sitio, que tuviésemos cuidado y que no tendríamos aparentemente ningún problema...

Nos preguntó qué íbamos a hacer en esa zona y que si queríamos que se esperase.

Más miedo en el cuerpo nos metió pero como de Mazarrón somos le dijimos que se marchase.

Logramos la fotografía con el gimnasio, ahora tras muchos años, un local aparentemente abandonado.

Sólo os digo que las fotografías que he encontrado por internet de este lugar están hechas desde un coche y cuando estuvimos allí vimos a otra pareja en coche que hizo una foto, ni se pararon. 

Después de hacernos la fotografía ya estábamos inquietos, os prometo que ese barrio parecía tener ojos. 

Yo me metí la cámara debajo de la chaqueta y rezamos un padre nuestro por lo que pudiese pasar. 

En esta zona al leer las ubicaciones que habíamos encontrado nos decía que la casa de Rocky en la primera película y la casa de la mujer en la cual Rocky le arregla la bombilla en la sexta estaban a unas manzanas de allí. 

Imaginaos a nosotros dos con la pinta de turistas que llevábamos en un barrio que se caía a pedazos. Dos telediarios nos quedaban. 

Por si fuera poco, decididos a encontrar las localizaciones, a los pocos metros de empezar a andar por una calle sin tráfico y sin una persona andando por allí empezamos a escuchar un silbido que no sabíamos de donde venía. En ese momento dijimos: 

Ya si eso estos sitios los vemos por internet. 

El único objetivo en ese momento era buscar el metro y salir de allí cortando.

Fijaos como íbamos mirando a todos lados que Esteban se tragó un parquímetro. 

Subimos a una boca de metro. No había máquinas donde sacar tickets. Le preguntamos a la mujer que había en la oficina y nos dijo que no tenían tickets. Si queríamos pasar teníamos que poner dinero en efectivo y para colmo no tenían cambio. Le dimos 5 dólares por los dos y nos dijo que perderíamos un dólar. Muy amablemente le dijimos, quédese usted con el dólar pero ábranos la puerta que nos vayamos de aquí.

Tras subirnos en el metro dirección al centro sentimos que nos costaba menos respirar. 

Un par de órganos que tenemos los hombres y que habían subido a la garganta por momentos habían vuelto a bajar. 

Tras tirar la toalla con estas localizaciones nos fuimos a visitar la casa del hijo de Rocky en Rocky VI, el restaurante que tiene en la misma película y el bar donde el hijo ve el combate virtual de Rocky. Por suerte eran lugares del centro.

Las dos primeras localizaciones estaban una enfrente de otra.

En este irlandés entramos a comer. Comida muy buena y bien de precio. Si vais a Philadelphia ya sabéis. Además las camareras estaban de buen ver. 

El restaurante de Rocky VI estaba alejado de estos lugares. 

Nos tiramos unos veinte minutos andando para llegar y ver que el bar estaba cerrado así que hice una foto desde fuera.

Tras visitar estos lugares nos quedaban cuatro más: Un bar con terraza donde Rocky aparece en la primera película, el instituto donde se pelea su hijo en Rocky V, el mercado italiano donde Rocky aparece corriendo en Rocky I y II y el Independence Hall por donde Rocky corre en Rocky II.

Bar

Instituto

Mercado Italiano

Independence Hall

Después de estas localizaciones el trabajo estaba hecho. Ahora tras la insistencia de nuestro amigo Deivid debíamos comernos el famoso SteakCheese de Philadelphia. 

Fuimos a un mercado cercano a la estación de autobuses y cumplimos el plan.

Después de estas visitas y bien alimentados cogimos el bus hacia New York.

Llegamos muy cansados pero tuvimos fuerzas para ir a cenar a un sitio que habíamos conocido días atrás. Trozos de pizza a 99 centavos, cerca de Times Square.

Y después unas cervezas no podían faltar en el Bar de ¨Como conocí a vuestra madre¨ para despedirnos de la ciudad.

Llegamos a casa rendidos. Por la mañana nos tocó lo más feo. Recoger, hacer maletas y para casa. 

Una visita de un amigo de toda la vida que no sabéis las fuerzas que da para pasar el resto del año sin mi familia y amigos.

Semana para el recuerdo. 

En Septiembre vuelvo a verlo con un, por ahora, par de amigos más para hacer la Ruta 66, viaje del que iré hablando más adelante.

Ahora a disfrutar los pocos meses que me quedan en Estados Unidos. 

El 4 de Abril haré 7 meses aquí y parece que fue el mes pasado cuando llegué.

El tiempo pasa rápido y hay que aprovecharlo.

Espero que hayáis pasado una buena Semana Santa. 

Que paséis una buena primavera y un feliz mes de Abril.

A los murcianos, disfrutad de las fiestas de primavera por mi, del bando y no bebáis mucho.

Un abrazo y gracias a todos por las casi 6.000 visitas en los meses que llevo viviendo aquí.

SED FELICES

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